Pierde el deseo sexual

Pregunta: Soy casado desde hace ocho años y tengo un niño de 3 años. El problema que tengo con mi esposa es el siguiente: cuando tenemos relaciones sexuales yo pierdo el deseo casi cuando ya va a haber penetración. Esto sucede normalmente cuando ella me ha reclamado por no tener relaciones cuando me ha pedido y no he querido (a veces uno cansado o agobiado por problemas que tiene uno fuera del hogar). Y si pasa una vez este problema, en la siguiente relación sexual vuelve el mismo problema como que se hace un círculo vicioso. Siento que pasa esto porque pierdo la confianza y hasta volver a tener confianza pasa uno a dos meses depende. Esto ha sucedido durante los ocho años de casado, aunque hay temporadas de lo más placenteras, como temporadas malísimas. Por eso a veces creo querer divorciarme, ya que siento que son altibajos en la relación y no me gusta estar así. ¿Qué me sugiere para este tipo de problema? ¿A qué se debe? Gracias.

Anónimo

Respuesta: Su caso es muy común en la actualidad, el problema ocurre solo con ciertas personas o contextos, incluso pueden empezar bien y luego pierden la erección. Hay un evidente componente psicológico, como el estrés laboral, la presión social por un desempeño sexual perfecto; por lo tanto, no hacen falta exámenes complementarios para descartar factores orgánicos.

Generalmente predomina el temor al fracaso, y la ansiedad anticipadora puede ser tan grande que se bloquea el impulso erótico, de poco o nada le sirven incluso haber recurrido a tomar pastillas como Viagra. En su caso son evidentes los factores personales psicológicos, además de existir presión por parte de su pareja y una mala relación interpersonal, así las cosas se complican.

Pero también menciona que ha habido temporadas en que la vida sexual es más placentera, eso hay que rescatarlo y fijarse qué fue lo que contribuyó a ello. Le aconsejo que sea más comunicativo con su esposa, cuando no tenga deseo sexual exprese la causa específica para que ella no lo sienta como un rechazo personal, o piense que tiene otra pareja.

Antes de tomar una decisión definitiva coméntele lo mal que usted se siente y el deseo de mejorar e intenten un plan en conjunto para superarlo, ideal si los dos se vuelven a motivar; en ocasiones hemos visto que incluso si es solamente uno el que empieza a hacer el cambio el otro paulatinamente se va incorporando, así que ánimo. Si no funcionara esa estrategia, puede consultar a un especialista.

Dr. Germánico Zambrano Torres, psiquiatra sexólogo. Miembro de la Asociación Mundial de Sexología.