Antes de llegar a una relación sexual debe existir el deseo que es un impulso biológico dependiente de reacciones endocrinas (hormonales), vasculares, neurológicos cerebrales y periféricos, y la influencia sociocultural. El deseo consiste en fantasías, pensamientos, o ganas de tener dicha actividad tanto en el hombre como en la mujer. Este problema afecta entre un 15 a 20 % de la población general, llegando hasta un 30% en las mujeres. Para que sea considerado como un trastorno debe ser persistente (casi permanente) o recurrente (se repite con frecuencia) causando molestias al sujeto y a su pareja. A veces se llega a una aversión (rechazo total) hacia la actividad sexual.
Las causas pueden ser psicológicas como el estrés, traumas o experiencias sexuales negativas, temor o angustia ante el acto, educación culpabilizante, homosexualidad latente, depresión, problemas de la de pareja entre los que se destacan el resentimiento, pugnas de poder, fallas en la comunicación, maltrato, infidelidad, falta de amor o atracción, etc. También se puede perder el deseo porque existen otros trastornos sexuales previos o simultáneos como por ejemplo dolor en la relación sexual, eyaculación precoz.
Las Causas biológicas:
1.- Trastornos hormonales (glándulas) de la tiroides, testículos, ovarios, hipófisis, o diabetes.
2.- Abuso de alcohol y drogas
3.- Medicamentos: antihipertensivos (para la presión alta), tranquilizantes y antidepresivos, anticonceptivos.
El apetito sexual no es uniforme varía en intensidad, frecuencia a lo largo de la vida del sujeto, lo cual es motivo de desacuerdos porque uno puede tener mucho deseo y el compañero o compañera muy poco o nada.
Es frecuente que en la mayoría de éstas personas encontremos ciertas características como: que no han aprendido a captar y percibir sus propias reacciones de excitación y tienden a etiquetarse a si mismos como “fríos” (bajos en interés sexual). Es uno de los trastornos más difíciles de tratar por la complejidad de factores causales y la insuficiente información que aún tenemos sobre la fisiología (funcionamiento) de la fase del deseo.
El tratamiento estará encaminado a la causa que lo provoca. Como en todas las terapias sexuales es muy importante trabajar con los dos miembros de la pareja. No es raro que uno de los integrantes de la pareja busque solucionar el problema, buscando un/a amante, que viene a complicar mas el asunto. Aunque parezca mentira ciertos “profesionales” sugieren estas soluciones o formas de comprobar si el trastorno es con todas las personas o exclusivamente con la/el esposa/so; lo antes expuesto evidencia una total falta de ética y desconocimiento de la materia.
Recuerde que entre mas pronto solicite ayuda al especialista mayores serán las posibilidades de solución.
Dr. Germánico Zambrano Torres
Médico Psiquiatra – Sexólogo
Miembro de la Asociación Mundial de Sexología
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